miércoles, 6 de marzo de 2013

Las flores de la guerra (Jin líng shí san chai)




País: China. Director: Zhang Yimou. Guion: Heng Liu. (Basado en la Novela Las 13 mujeres de Nanking, de Yan Geling). Intérpretes: Christian Bale, Shigeo Kobayashi, Ni Ni, Xinyi Zhang, Tianyuan Huang, Xiting Han, Doudou Zhang, Dawei Tong, Paul Schneider, Atsuro Watabe. Duración: 146 min. Publico apropiado: No recomendada para menores de 16 años. Estreno en cines: 08-03-2013. Contenidos: VXD.





Belleza, horror y heroísmo


En 1937, durante de la guerra entre China y Japón, la ciudad de Nanking es invadida por los japoneses. John Miller (Christian Bale), un norteamericano vividor y borrachín, que trabaja en una funeraria, llega a una iglesia católica para preparar el entierro de un sacerdote. En el internado que regentaba el clérigo sólo quedan un grupo de adolescentes y un muchacho que cuida de ellas. Poco después, también buscarán refugio en la misma iglesia varias prostitutas de la ciudad. John, haciéndose pasar por el sacerdote difunto, intentará proteger a esas mujeres de los terribles soldados nipones.





La película, a pesar de estar realizada en una cultura ajena al cristianismo, muestra una serie de valores como el heroísmo y la entrega a los demás de indudable raigambre cristiana. Algunos han comparado al protagonista (oportunista y mujeriego en un principio) con el personaje principal de La lista de Schindler





Zhang Yimou, el mejor director actual de cine chino, acepta trabajar por primera vez con una estrella de Hollywood, y en la película más cara de la historia de su país. Con un estilo poco habitual en él (sus mejores cintas como Camino a casa o Ni uno menos, son sencillas y minimalistas) afronta con éxito esta superproducción que, sin ser lo mejor de su trayectoria, entretiene (aunque tal vez se podía haber eliminado metraje de la parte final), conmueve e impacta (eso sí, Yimou no abandona su elegancia habitual que le lleva a respetar la sensibilidad del espectador; por eso Las flores de la guerra, aunque no escatima escenas de horror y violencia sexual, logra no recrearse en ellas evitando el morbo tan habitual en cierto cine occidental).




jueves, 27 de septiembre de 2012

Blancanieves, de Pablo Berger





País: España. Dirección y guión: Pablo Berger. Intérpretes: Maribel Verdú, Daniel Giménez Cacho, Ángela Molina, Sofía Oria, Inma Cuesta, Macarena García, Josep Maria Pou, Pere Ponce, Ramón Barea. Argumento: Jacob Grimm (cuento), Wilhelm Grimm (cuento). Género: Melodrama gótico. Música: Alfonso Vilallonga. Fotografía: Kiko de la Rica. Duración: 104 minutos. Distribuye en cine: Wanda. Contenidos: S. Calificación por edades: Apta para todos los públicos. Estreno: 28-09-2012.


Blancanieves torera

¿Se puede hacer algo original con el cuento de Blancanieves? Pues sí, y lo ha conseguido un director español con la tercera película que se estrena, en lo que va de año, sobre este personaje (las otras dos son versiones americanas del relato de los hermanos Grimm, protagonizadas por Julia Roberts y Charlize Theron). ¿Cómo lo ha logrado? Pues haciendo un filme en blanco y negro, mudo y ubicado en la Sevilla de los años 20. En este caso, la malvada madrastra es una perversa Maribel Verdú.

Trailer de Blancanieves

Después del éxito de The Artist, se ve que aquello no fue una moda pasajera, pues Blancanieves, de Pablo Berger, ha sido elegida por la Academia Española de cine para representarnos en los premios Oscar. Y la elección de la academia ha sido acertadísima, porque este filme nos presenta el clásico cuento como nunca se había hecho: el padre de Blancanieves (que en realidad se llama Carmencita) es un afamado torero, y su madre una cantaora; los siete enanitos son, por supuesto, también toreros, y la malvada madrastra es una advenediza que ha entrado en la jet set de la época usando sus malas artes; y no podemos olvidar al gallo Pepe (si optan al Oscar los perros deberían poder optar, a partir de ahora, también los gallos).


El ritmo de la película es agilísimo, no decae en ningún momento; la música acompaña perfectamente a la acción y a las imágenes; vemos a los personajes amar, sufrir, rezar y llorar como si estuviéramos ante un filme mudo de Murnau o Griffith, pero adaptado a la mentalidad contemporánea: por eso se ha cuidado no molestar a nadie; por ejemplo, creo que tanto los aficionados como los adversarios del toreo disfrutarán con esta cinta. Eso sí, no es un cuento para niños con final feliz y comieron perdices… pero es una obra que roza lo magistral.




















lunes, 27 de agosto de 2012

Amor bajo el espino blanco (Shan zha shu zhi lian)



País: China. Dirección: Zhang Yimou. Intérpretes: Zhou Dongyu, Dou Shawn, Xi Meijuan, Li Xuejian, Chen Taisheng, Sa Rina, Lü Liping, Jiang Ruijia. Guión: Yin Lichuan, Gu Xiaobai, Ah Mei, basado en la novela de Mi Ai. Música: Chen Qigang. Fotografía: Zhao Xiaoding. Duración: 115 minutos. Distribuye en cine: Golem. Contenidos: S. Calificación por edades: Apta para todos los públicos. Estreno: 31-08-2012.

Amor puro para toda la vida

China años 70. Jing es una ingenua estudiante que, como otros jóvenes de familias sospechosas para el régimen comunista, debe trasladarse a un remoto pueblo de montaña para ser “reeducada” durante la Revolución Cultural de Mao. Su padre está en prisión por “derechista”, y su madre se afana por alimentar a sus tres hijos. Jing es consciente de que su futuro profesional como maestra y el bienestar de su familia dependen de su lealtad al partido.

Pero un suceso tan natural y cotidiano como el amor pondrá en peligro ese frágil equilibrio. Jing se enamora de Sun, un simpático muchacho que trabaja para un instituto geológico y es hijo de un militar de élite. Debido a la diferencia social entre ambos, el romance resulta impensable e incluso peligroso. Pero el afecto entre los dos no para de crecer: puro, apasionado y secreto.

Trailer

Amor bajo el espino blanco nos presenta una historia de amor francamente poco habitual en el cine actual. Un amor hecho de pequeños detalles, de sacrificio por el otro y de renuncia a considerar esa relación como un simple medio para satisfacer los propios deseos sexuales (resulta aleccionadora, por contraste, la historia de una amiga de la protagonista que se queda embarazada y recurre al aborto. Esta chica, tras sentirse engañada por su novio y sufrir una dolorosa operación, echa en falta un cariño verdadero como el que tiene Jing).

Zhang Yimou regresa con esta película a lo mejor de su estilo cinematográfico: sobrio, simbólico, profundo y emotivo. Hay escenas que con simples gestos o miradas logran conmover al espectador más insensible. También su crítica a los defectos del régimen es elegante y sutil, pero no por ello menos eficaz. Amor bajo el espino blanco nos recuerda algunas de las mejores películas de Yimou: Camino a casa o Ni uno menos, y aunque probablemente no llegue a la altura de ellas no desmerece nada del estilo de este gran realizador chino.




lunes, 30 de julio de 2012

Las aventuras de Tadeo Jones (Tad, the Lost Explorer)



País: España. Dirección: Enrique Gato. Guión: Verónica Fernández, Jordi Gasull, Neil Landau, Ignacio del Moral, Javier López Barreira, Gorka Magallón. Producción: Jordi Gasull, Nicolas Matji, Edmon Roch y Ángel Blasco. Música: Zacarías M. de la Riva. Distribuye en cine: Paramount. Público apropiado: apta para todos los públicos. Estreno: 31-08-2012.

En busca de la ciudad perdida

Tadeo siempre ha tenido una imaginación desbordante y desde pequeño creaba auténticas aventuras en las que era el protagonista indiscutido. De ese modo suplía la ausencia de sus padres (muertos en accidente); su abuela, que cuidó de él, le animó asegurándole que llegaría a ser un gran arqueólogo. Tadeo ya es un adulto y trabaja como obrero de la construcción, pero no ha dejado de lado sus fantasías de niño. Tras ser despedido del trabajo se ve envuelto a una trepidante aventura que le lleva al Perú de los incas, donde se enfrentará a una banda de ladrones de tesoros y contará con la ayuda de Sara, la hija de un anciano profesor y Freddy un peruano vendedor de baratijas.  


Trailer

Las aventuras de Tadeo Jones ha sido precedía por dos cortometrajes protagonizados por Tadeo, que han recibidos varios premios (entre ellos el Goya al mejor corto de animación) y que se inspiran en el cómic de Superlópez (éste era una parodia de Superman como Tadeo lo es de Indiana Jones). Sorprende la calidad de la animación en una producción española (destacan los decorados de Machu Picchu, Nazca o Lima), el ritmo trepidante, las referencias a películas como Up o Toy Story, que harán disfrutar a los más pequeños, y los guiños a películas y series que sólo los adultos sabrán descubrir; por tanto una película para toda la familia que se puede visionar en 2D o en 3D. Sólo se le puede reprochar a Las aventuras de Tadeo Jones que la historia no sea demasiado original y los diálogos carezcan de originalidad y sean algo tópicos.  





jueves, 26 de julio de 2012

Prometheus




País: EE.UU. Dirección: Ridley Scott. Intérpretes: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Guy Pearce, Logan Marshall-Green. Guión: Damon Lindelof, Jon Spaihts. Música: Marc Streitenfeld. Fotografía: Dariusz Wolski. Distribuye en cine: Fox. Contenidos: VS. Público apropiado: No recomendada para menores de 16 años. Estreno: 03-08-2012.

Mucho ruido y pocas nueces

Un equipo de científicos emprende un viaje a bordo de la nave Prometheus con el objetivo de resolver el enigma sobre el origen de la especie humana. A la cabeza de la expedición figuran dos jóvenes científicos, la doctora Shaw y Charlie Holloway. Shaw es creyente (no se desprende del crucifijo que heredó de su padre) y quiere reforzar más su convicción religiosa, mientras que Holloway es algo escéptico. En el transcurso de su labor, estos dos arqueólogos han descubierto unos pictogramas rupestres que proporcionan pistas sobre antiguas civilizaciones que poblaron la Tierra. Ellos consideran este hallazgo como una invitación a viajar hacia un lejano planeta; para lograrlo convencen a una gran corporación, Weyland Industries, para que sufrague la misión.

Trailer Prometheus

Ridley Scott regresa al género de ciencia-ficción que le encumbró hace décadas con dos de sus mejores películas: Alien, el octavo pasajero y Blade Runner. Y lo hace con un filme que pretende ser una precuela de Alien, aunque también hay en Prometheus referencias a 2001, una odisea del espacio de Kubrick (sobre todo con el personaje del robot David, que mantiene una relación de obediencia y menosprecio hacia los humanos similar a la de Hal, el ordenador de la citada 2001).


Prometheus también pretende situarse en la órbita filosófica y mítica de la magistral Blade Runner. “La metáfora central de la película gira en torno al titán griego Prometeo, que desafió a los dioses al proporcionar a los humanos el don del fuego, por lo cual fue terriblemente castigado”, declara Scott. “Cuando aludes al mito en el que se basa el título del filme, en realidad hablas sobre el tema de la relación que el ser humano establece con los dioses –los seres que nos crearon– y lo que sucede cuando los desafiamos”. Y al igual que la obra maestra de Scott, Prometheus habla sobre nosotros, quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos.


Pero no se hagan ilusiones, porque todo en Prometheus se queda en buenas intenciones y no va más allá. Y sólo con buenas intenciones no se llega muy lejos, ni en el cine ni en la vida. Por eso, después de una presentación interesante y sugerente que pretende encontrar un porqué al enigma del hombre y soslayar ciertos dogmas cientificistas como el evolucionismo radical y materialista, la película desemboca en un espectáculo visual eficaz pero carente de emoción: lento, soso y aburrido, con personajes superfluos (como el de Charlize Teron) y que a nivel temático sólo refleja una vaga y confusa noción de trascendencia (parece lógico pensar que la causa de nuestro origen no es otro ser finito, pero esta idea sólo está implícita en el filme y hubiera sido muy interesante desarrollarla).

A muchos nos da la impresión de que Ridley Scott entonó su canto de cisne hace 30 años con Blade Runner, y desde entonces no ha vuelto a levantar cabeza. Es cierto que sus películas tienen un excelente diseño de producción y, por tanto, una poderosa fuerza visual, pero carecen de ideas consistentes y profundas.





miércoles, 18 de julio de 2012

El caballero oscuro: la leyenda renace (The Dark Knight Rises)




País: EE.UU. Dirección: Christopher Nolan. Intérpretes: Christian Bale, Tom Hardy, Morgan Freeman, Gary Oldman, Michael Caine, Anne Hathaway. Guión: Christopher NolanJonathan Nolan. Fotografía: Wally Pfister. Distribuye en cine: Warner. Contenidos: V. Público apropiado: No recomendada para menores de 7 años. Estreno: 20-07-2012.

 Darlo todo

Christopher Nolan es un director que, con sus nuevas versiones de Batman, ha establecido un sugerente enfoque del héroe mesiánico (personaje que asume los delitos de otros y entrega su vida para salvarlos). Tras Batman Begins y El caballero oscuro cierra la saga con el renacer del hombre-murciélago.


Han pasado ocho años desde que Batman se viera obligado a salir de escena y convertirse en un fugitivo al cargar con la culpa de la muerte del fiscal Harvey Dent; un sacrificio que debe asumir en aras de un bien mayor. La verdad sobre estos hechos seguirá oculta durante un tiempo, creándose en la opinión pública una falsa imagen del fiscal como héroe salvador de la ciudad y de Batman como un delincuente, lo que permitirá que la actividad criminal de Gotham disminuya, sobre todo gracias a la aplicación de la rigurosa Ley Dent.


Pero todo cambia con la aparición de Bane, un terrorista enmascarado que planea una revolución en la ciudad basada en el terror y la venganza, y que recuerda mucho a las revoluciones que ha sufrido Europa (y el resto del mundo) en los últimos siglos: Revolución francesa, comunista, nazi, etc. Ante el caos que impera en la ciudad, Bruce Wayne decide regresar de su exilio y volver a la acción, para lo cual contará con la ayuda de Selina Kyle, una cínica y sagaz ladrona (una original versión de Catwoman) pero que en el fondo desea cambiar de vida y borrar su pasado.


El caballero oscuro: la leyenda renace sigue el esquema de las anteriores entregas: un guión de calidad, un ritmo trepidante,  efectos especiales creíbles… Junto a todo esto, hace una esperanzadora defensa de la bondad humana y su capacidad de redención. Las ideas de que hay que darse del todo a los demás y que tú puedes dar más de sí, salir de tu pequeño egoísmo (Batman se lo repite varias veces a una de las protagonistas), vertebran esta apasionante historia y su emotivo e impactante final. Sin embargo, tal vez ésta sea, a pesar de sus valores, la entrega más floja de la saga, y el fallo, como siempre, está en el guión: hay situaciones, personajes y giros de la trama poco verosímiles y algo previsibles.



lunes, 11 de junio de 2012

La delicadeza (La délicatesse)




País: Francia. Dirección: David Foenkinos, Stéphane Foenkinos. Intérpretes: Audrey Tautou, Audrey Fleurot, François Damiens, Pio Marmaï, Ariane Ascaride, Mélanie Bernier, Christophe Malavoy, Bruno Todeschini. Guión: David Foenkinos. Fotografía: Rémy Chevrin. Distribuye en cine: A Contracorriente. Estreno: 06-07-2012. Género: Comedia romántica. Público apropiado: No recomendada para menores de 7 años.

Amor a segunda vista

Una joven entra en un bar y llama la atención de un hombre que se dice a sí mismo que si ella pide un zumo se acercará a su mesa para cortejarla; si por el contrario, pide un café o una bebida alcohólica no se moverá de su sitio. Así comienza esta deliciosa comedia francesa que nos cuenta la historia de Nathalie, que ha encontrado el amor de su vida, François, con el que se casa enseguida. Pero su romance será breve al morir él en un accidente. Después de guardar unos años de luto, refugiada en su trabajo de ejecutiva y eludiendo el acoso de su jefe, Nathalie volverá a encontrar el amor donde menos se lo espera: se trata de Markus, un compañero de trabajo poco atractivo, que no viste precisamente a la última y que nunca ha tenido éxito con las mujeres, pero que es tremendamente sincero y tierno.

Dice el diccionario de la RAE que la delicadeza es la atención y exquisito miramiento con las personas o las cosas, en las obras o en las palabras. Una definición que encaja perfectamente con la historia romántica narrada por este filme, basado a su vez en un best seller francés que ha sido adaptado a la gran pantalla por el autor de la novela y su hermano; ambos debutan en el cine y provocan a la par carcajadas y emociones en el público. La sorpresa que supone este estreno reside en que no resulta nada habitual ver una historia de amor contada con tanta elegancia. Y es que la delicadeza es algo que va contracorriente de las tendencias dominantes en nuestra sociedad y en las pantallas (resulta gracioso y muy elocuente que la distribuidora de La delicadeza en España se llame A contracorriente films).

La pareja protagonista hace una interpretación entrañable, tanto Audrey Tautou (la protagonista de Amélie), como el menos conocido  François Damiens (aunque pudimos verle hace un año interpretando un papel secundario en otra elegante comedia francesa, Los seductores).


jueves, 19 de enero de 2012

J. EDGAR




País: EE.UU. Dirección: Clint Eastwood. Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Armie Hammer, Josh Lucas, Ed Westwick, Judi Dench, Naomi Watts. Guión: Dustin Lance Black. Música: Clint Eastwood. Fotografía: Tom Stern. Distribuye en Cine: Warner. Duración: 137 min. Público apropiado: No recomendada para menores de 12 años. Género: Drama Biográfico. Contenidos: VS. Estreno: 27-01-2012.

Un gigante con pies de barro

John Edgar Hoover (1895-1972) fue el primer director del FBI y ocupó el cargo hasta su muerte, coincidiendo con el mandato de siete presidentes americanos que no pudieron, o no quisieron, destituirle; lo cual da una idea del poder que tuvo sobre la vida y la política americana durante casi medio siglo. Su tarea se centró en la lucha contra el terrorismo llevado a cabo por comunistas y anarquistas en los años 20, los mafiosos de los años 30, casos como el secuestro del hijo del piloto de aviones Lindbergh, y los informes y escuchas secretas realizadas por su oficina sobre personalidades de la política, la ciencia o el espectáculo, que le servían a Hoover como herramienta de chantaje para conservar su puesto.

Clint Eastwood, siguiendo su tónica habitual en los últimos años, alterna sus estrenos de películas de ficción con otros biográficos o históricos. Rodada con su acostumbrado clasicismo, cuenta en este caso con una notable interpretación de Leonardo Dicaprio, bien secundado por Naomi Watts en el papel de su fiel secretaria, una mujer a la que Hoover propone matrimonio pero que ella rehúsa para volcarse en su trabajo.

Sin embargo, el resultado final de este biopic es un tanto decepcionante. El arranque es bueno y tiene momentos memorables –aunque no logran emocionar al espectador–, junto con algunas escenas simplemente lamentables -como aquella en la que Hoover recibe la noticia del asesinato a JFK–. Y en esto radica el principal defecto de J.Edgar, que temas como el magnicidio de JFK, junto con muchos otros de la historia americana, que habrían dado para mucho, se abordan en la película de modo superficial y como pasando de puntillas por ellos. En cambio, se da excesivo protagonismo en la película, sobre todo en la última media hora, a una supuesta relación homosexual de Hoover con su director adjunto, Clyde Tolson. Sin embargo, el periodista Tim Weiner en su libro "Enemigos. Una historia del FBI", desmiente la supuesta homosexualidad de Hoover: más bien parece ser que era una persona poco sociable y de hecho destituyó a muchos gais del FBI.

jueves, 1 de diciembre de 2011

JANE EYRE



País: Reino Unido. Dirección: Cary Fukunaga. Intérpretes: Mia Wasikowska, Jamie Bell, Michael Fassbender, Judi Dench, Sally Hawkins, Tamzin Merchant. Argumento: Charlotte Brontë (novela). Guión: Moira Buffini. Música: Dario Marianelli. Fotografía: Adriano Goldman. Distribuye en Cine: A Contracorriente. Duración: 120 min. Público apropiado: Apta para todos los públicos. Género: Drama Romántico. Estreno: 02-12-2011.

La fortaleza del amor

Jane Eyre huye, durante una noche de tormenta, de Thornfield House, una mansión inglesa donde trabaja como institutriz de la ahijada del dueño de la casa: el taciturno y enigmático Edward Rochester. La fría e impresionante mansión y el mal carácter del Sr. Rochester, ponen a prueba la fortaleza de Jane, que ha sido educada en un orfanato. El descubrimiento del terrible secreto que esconde la casa, desencadena la marcha de la joven institutriz. Pero nunca podrá olvidar lo que allí ha vivido y su ambigua relación –compuesta a base de afecto, desdén y firmeza– con el Sr. Rochester.

De la novela romántica de Charlotte Brontë ya existían varias versiones cinematográficas (una clásica protagonizada por Orson Welles y Joan Fontaine; y otra de los años noventa dirigida por Franco Zeffirelli, y protagonizada por Charlotte Gainsburg y William Hurt) pero la que ahora llega a nuestras pantallas probablemente sea la mejor versión que se ha filmado. Y ello por varios motivos: a) Jane Eyre es puro cine, no se aprecia casi nada su origen novelesco; b) esta película muestra como se puede contar una historia de amor con emoción e inteligencia sin recurrir al sentimentalismo facilón o al tópico erotismo; y c) la interpretación (a cargo de un reparto de lujo) es sencillamente magistral.

No obstante, si a usted le deprime en exceso el clima brumoso,  constantemente lluvioso y sin sol, tal vez no le agrade esta película. Pero, créame, se trata de una minucia que no justifica perderse este bello drama romántico.

jueves, 17 de noviembre de 2011

UN DIOS SALVAJE (Carnage)



País: Alemania, España, Francia, Polonia. Dirección: Roman Polanski. Intérpretes: Kate Winslet, Christoph Waltz, Jodie Foster, John C. Reilly. Guión: Roman Polanski, Yasmina Reza. Música: Alberto Iglesias. Fotografía: Pawel Edelman. Distribuye en Cine: Altafilms. Duración: 79 min. Público apropiado: No recomendada para menores de 16 años. Género: Comedia, Drama. Contenidos: D. Estreno: 18-11-2011.

Cuatro personajes a la deriva

Una pelea entre chavales, en un parque, provoca que uno de ellos pierda algunos dientes y casi un ojo. Sus padres conciertan una entrevista en la casa del chaval herido para pactar de modo civilizado una solución al asunto, y así limar asperezas entre ellos. Nancy y Allan, los padres del agresor, aparentan ser una pareja muy educada pero algo estirada (él es abogado y ella inversora en bolsa), y los padres de la víctima, Penélope y Michael, son de clase más modesta y parecen un matrimonio perfecto: él es ferretero y ella está escribiendo un libro sobre el sufrimiento en África. Pero lo que iba a limitarse a una visita de cortesía empieza a enredarse. La aparente corrección del principio salta por los aires y los cuatro personajes dejan ver su auténtico rostro.

El polémico director Roman Polanski adapta con eficacia para la gran pantalla una obra teatral de la dramaturga Yasmina Reza (muy conocida por Arte, una pieza que interpretó en nuestras salas Ricardo Darín). Polanski hace un minucioso análisis, más bien una cruel disección –al estilo de Woody Allen– de cuatro personajes típicos de la clase culta occidental, lo que le permite revelar las contradicciones de un modo de vida sin un rumbo moral fijo y ausente de toda referencia trascendente.

El resultado es una película tragicómica, con un tono ácido y desesperanzador, pero que destapa el absurdo de una generación que posee de todo menos lo más importante: un sentido claro para sus vidas. Esta precaria situación les impide afrontar con acierto temas cruciales como las crisis de pareja, la educación de los hijos o la ética profesional.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

HABEMUS PAPAM



País: Francia, Italia. Dirección y guión: Nanni Moretti. Intérpretes: Nanni Moretti, Michel Piccoli, Margherita Buy, Roberto Nobile, Jerzy Stuhr, Renato Scarpa, Dario Cantarelli, Gianluca Gobbi. Música: Franco Piersanti. Fotografía: Alessandro Pesci. Distribuye en Cine: Vértigo. Duración: 102 min. Público apropiado: No recomendada para menores de 16 años. Género: Comedia, Drama. Estreno: 04-11-2011.

Una comedia amarga

Tras la muerte y los funerales por el Papa, en el Vaticano se celebra un cónclave para elegir a un nuevo pontífice. Todos los cardenales suplican a Dios que no recaiga sobre ellos esa pesada carga. Después de varias votaciones y cambio de candidatos, al final resulta elegido un cardenal francés. Cuando el nuevo Papa se dispone a salir al balcón de la basílica de San Pedro, después del tradicional anuncio (Habemus Papam), sufre un ataque de pánico y no llega a asomarse para bendecir a los fieles. Todos quedan desconcertados y sin saber quién es el elegido.

Los cardenales, aconsejados por el jefe de la oficina de prensa de la Santa Sede, recurren a los servicios de un psicoanalista ateo muy prestigioso para que atienda al Papa. La terapia del psicólogo no funciona, por lo que el jefe de prensa y unos pocos guardaespaldas acuden de incógnito con el Santo Padre a ver a una terapeuta (ex mujer del psicólogo); en un descuido de sus acompañantes, el Obispo de Roma desparece y se pierde por las calles de la ciudad eterna. Entretanto, ignorantes de su desaparición, el psiquiatra (recluido en el Vaticano para que no desvele la identidad del nuevo sucesor de san Pedro) y los cardenales pasan el tiempo entre partidas de cartas y ligas de voleibol.

Como se puede apreciar, Habemus Papam es una comedia vaticana caricaturesca, pero de tono amable (el cine italiano suele ser más elegante, a la hora de abordar la temática religiosa, que cierto cine español). Sin embargo, esta apreciación no debe hacernos olvidar que la comedia está dirigida por un realizador que es ateo militante, y que no puede evitar ofrecer una estampa surrealista, y algo grotesca en ocasiones, de una realidad misteriosa que no llega a comprender: la Iglesia Católica. Entre risas y emociones, Moretti introduce con sutileza algunas píldoras críticas sobre la institución católica. En otros casos, su desconocimiento de la antropología cristiana le lleva a poner en boca de un personaje la peregrina idea de que el inconsciente es incompatible con la idea de alma.

Pero el principal defecto de esta película italiana no estriba en el contenido sino en la forma: un guión errático que tras una primera media hora ingeniosa y prometedora, se estanca y comienza a divagar, a repetir situaciones y alargar escenas que no aportan nada a la historia principal, para desembocar al final en un desenlace desolador, pero sincero, lleno de ese pesimismo propio de los que, como Nanni Moretti, han perdido toda esperanza.