miércoles, 2 de noviembre de 2011

HABEMUS PAPAM



País: Francia, Italia. Dirección y guión: Nanni Moretti. Intérpretes: Nanni Moretti, Michel Piccoli, Margherita Buy, Roberto Nobile, Jerzy Stuhr, Renato Scarpa, Dario Cantarelli, Gianluca Gobbi. Música: Franco Piersanti. Fotografía: Alessandro Pesci. Distribuye en Cine: Vértigo. Duración: 102 min. Público apropiado: No recomendada para menores de 16 años. Género: Comedia, Drama. Estreno: 04-11-2011.

Una comedia amarga

Tras la muerte y los funerales por el Papa, en el Vaticano se celebra un cónclave para elegir a un nuevo pontífice. Todos los cardenales suplican a Dios que no recaiga sobre ellos esa pesada carga. Después de varias votaciones y cambio de candidatos, al final resulta elegido un cardenal francés. Cuando el nuevo Papa se dispone a salir al balcón de la basílica de San Pedro, después del tradicional anuncio (Habemus Papam), sufre un ataque de pánico y no llega a asomarse para bendecir a los fieles. Todos quedan desconcertados y sin saber quién es el elegido.

Los cardenales, aconsejados por el jefe de la oficina de prensa de la Santa Sede, recurren a los servicios de un psicoanalista ateo muy prestigioso para que atienda al Papa. La terapia del psicólogo no funciona, por lo que el jefe de prensa y unos pocos guardaespaldas acuden de incógnito con el Santo Padre a ver a una terapeuta (ex mujer del psicólogo); en un descuido de sus acompañantes, el Obispo de Roma desparece y se pierde por las calles de la ciudad eterna. Entretanto, ignorantes de su desaparición, el psiquiatra (recluido en el Vaticano para que no desvele la identidad del nuevo sucesor de san Pedro) y los cardenales pasan el tiempo entre partidas de cartas y ligas de voleibol.

Como se puede apreciar, Habemus Papam es una comedia vaticana caricaturesca, pero de tono amable (el cine italiano suele ser más elegante, a la hora de abordar la temática religiosa, que cierto cine español). Sin embargo, esta apreciación no debe hacernos olvidar que la comedia está dirigida por un realizador que es ateo militante, y que no puede evitar ofrecer una estampa surrealista, y algo grotesca en ocasiones, de una realidad misteriosa que no llega a comprender: la Iglesia Católica. Entre risas y emociones, Moretti introduce con sutileza algunas píldoras críticas sobre la institución católica. En otros casos, su desconocimiento de la antropología cristiana le lleva a poner en boca de un personaje la peregrina idea de que el inconsciente es incompatible con la idea de alma.

Pero el principal defecto de esta película italiana no estriba en el contenido sino en la forma: un guión errático que tras una primera media hora ingeniosa y prometedora, se estanca y comienza a divagar, a repetir situaciones y alargar escenas que no aportan nada a la historia principal, para desembocar al final en un desenlace desolador, pero sincero, lleno de ese pesimismo propio de los que, como Nanni Moretti, han perdido toda esperanza.

No hay comentarios: