jueves, 30 de junio de 2011

BLACKTHORN. SIN DESTINO



País: España. Dirección: Mateo Gil. Intérpretes: Sam Shepard, Eduardo Noriega, Stephen Rea, Magaly Solier, Nikolaj Coster-Waldau, Padraic Delaney, Dominique McElligott. Guión: Miguel Barros. Música: Lucio Godoy. Fotografía: Juan Ruiz Anchía. Distribuye en Cine: Altafilms. Duración: 98 min. Público apropiado: No recomendada para menores de 12 años. Género: Western. Contenidos: VSD. Estreno: 01.07.2011.

Dos hombres y un destino

Blackthorn es un filme peculiar por dos motivos: es un western, el género por antonomasia del cine americano, que parece muerto pero siempre resucita, en este caso de la mano de un director español, y el otro motivo que produce perplejidad es que se trata de una secuela de una película americana de hace 40 años protagonizada por Robert Redford y Paul Newman: Dos hombres y un destino.

El clásico citado terminaba con un final abierto que hacía prever la muerte de los protagonistas. Blackthorn comienza en Bolivia 20 años después del desenlace de Dos hombres y un destino con un Butch Cassidy anciano que ha aprovechado que fue dado por muerto junto con Sundance para permanecer escondido sin que la justicia le persiga. Cuando inicia un viaje a USA para conocer a su sobrino se encuentra por el camino con Eduardo Apocada, un ingeniero español que ha robado el dinero de la mina en la que trabajaba, y al que persiguen un grupo de bolivianos.

Blackthorn es un western crepuscular, es decir: de ritmo pausado –lo que no quita que se den algunas escenas de tiroteos y acción– acorde con unos personajes cansados de la vida, cínicos y antiheroicos, acompañados por una buena banda sonora llena de canciones del far west, una bella fotografía y unos inmensos paisajes solitarios.

Mateo Gil, habitual colaborador de Amenábar, ha hecho un trabajo correcto y ha dejado de lado, aunque no del todo, el aire escéptico y antirreligioso de sus anteriores filmes.