País: Francia. Dirección: David Foenkinos, Stéphane Foenkinos. Intérpretes: Audrey Tautou, Audrey Fleurot, François Damiens, Pio Marmaï, Ariane Ascaride, Mélanie Bernier, Christophe Malavoy, Bruno Todeschini. Guión: David Foenkinos.
Fotografía: Rémy Chevrin. Distribuye en cine: A Contracorriente. Estreno: 06-07-2012. Género:
Comedia romántica. Público apropiado:
No recomendada para menores de 7 años.
Amor
a segunda vista
Una joven entra en un bar y llama la
atención de un hombre que se dice a sí mismo que si ella pide un zumo se
acercará a su mesa para cortejarla; si por el contrario, pide un café o una
bebida alcohólica no se moverá de su sitio. Así comienza esta deliciosa comedia
francesa que nos cuenta la historia de Nathalie, que ha encontrado el amor de
su vida, François, con el que se casa enseguida. Pero su romance será breve al morir
él en un accidente. Después de guardar unos años de luto, refugiada en su
trabajo de ejecutiva y eludiendo el acoso de su jefe, Nathalie volverá a
encontrar el amor donde menos se lo espera: se trata de Markus, un compañero de
trabajo poco atractivo, que no viste precisamente a la última y que nunca ha
tenido éxito con las mujeres, pero que es tremendamente sincero y tierno.
Dice el diccionario
de la RAE que la delicadeza es la atención y exquisito miramiento con las
personas o las cosas, en las obras o en las palabras. Una definición que encaja
perfectamente con la historia romántica narrada por este filme, basado a su vez
en un best seller francés que ha sido
adaptado a la gran pantalla por el autor de la novela y su hermano; ambos
debutan en el cine y provocan a la par carcajadas y emociones en el público. La
sorpresa que supone este estreno reside en que no resulta nada habitual ver una
historia de amor contada con tanta elegancia. Y es que la delicadeza es algo
que va contracorriente de las tendencias dominantes en nuestra sociedad y en
las pantallas (resulta gracioso y muy elocuente que la distribuidora de La delicadeza en España se llame A contracorriente films).
La pareja
protagonista hace una interpretación entrañable, tanto Audrey Tautou (la
protagonista de Amélie), como el
menos conocido François Damiens (aunque pudimos
verle hace un año interpretando un papel secundario en otra elegante comedia
francesa, Los seductores).
1 comentario:
Tenía ganas de verla, y aunque ya no ha sido en el cine, esta semana, por fin, encontré un hueco para verla en DVD. Lo primero que pensé fue que era una lástima no haberla visto en el cine. Porque esta película, como desgraciadamente pocas, crea un ambiente sin interferencias de directores y guionistas y te muestra unos personajes auténticos. Personalmente, prefiero que quiten los andamios tras la construcción de una catedral. Ya imagino que la obra ha requerido grandes esfuerzos, talento, ingenio y técnica. También imagino a un arquitecto apasionado, pero lo que me interesa es la obra, no el autor. Si es un genio, que lo diga la obra, sin necesidad de muestras de genialidad.
Y eso es lo que me gusta de "La delicadeza", que tras los títulos de crédito desaparecen los andamios y sólo está la película, sin adornos ni artificios, sin explicaciones ni subrayados del director.
Por otro lado, qué pena, efectivamente, no haberla visto en el cine. No me atrae ir a la pantalla grande en busca de superproducciones, técnica o fotografía de exteriores. Si tengo que recordar algún plano, algún fotograma, no me vienen a la mente paisajes, sino símbolos de la historia contada: el escritorio de Don Corleone, las habitaciones vacías de Ordet, o la reunión de jueces de Dies Irae, las ventanas luminosas al fondo de la habitación en How green was my valley. También en la delicadeza hay símbolos de la historia, como el pequeño cuarto de trabajo de Markus. Eso será lo que recuerde, como también, que el corazón es insobornable. Gracias a Dios.
Publicar un comentario