Año de producción: 2010. País: España. Dirección y Guión: Juan Manuel Cotelo. Fotografía: Alexis Martínez. Distribuye en Cine: European Dreams Factory. Duración: 82 min. Público apropiado: Para todos los públicos. Género: Documental. Estreno en cines: 04-06-2010.
Un cura cercano
En febrero de 2009 se encuentran en el Moncayo los cuerpos sin vida de dos montañeros que habían ascendido a la cumbre el día anterior y que habían caído por una pendiente helada de 1900 metros. Se trataba de Sara Gómez, una profesora de la Universidad Francisco de Vitoria y de Pablo Domínguez, sacerdote y decano de la Facultad de Teología de San Dámaso de Madrid.
Juan Manuel Cotelo, que ya nos sorprendió hace años con su primer largometraje, El sudor de los ruiseñores, nos ofrece ahora un documental lleno de ritmo, buena música y que nos hace reír, llorar y reflexionar a un tiempo.
Hablar sobre un documental, que para colmo trata de un cura que no hizo nada espectacular, ni fue misionero en un remoto lugar del mundo, ni tampoco estuvo envuelto en ningún escándalo, podría parecer una pérdida de tiempo o una tomadura de pelo. Y es cierto que Pablo no hizo nada llamativo, pero algo tendría cuando acudieron 3000 personas a su entierro. Y ese “algo” es lo que nos muestra La última cima, a base de entrevistas con gente de la calle, amigos, familiares, alumnos y alumnas del sacerdote madrileño.
Al hilo de las conversaciones, y con una puesta en escena y un tono provocador, que recuerdan al de Michael Moore, pero sin trampa ni cartón, se plantean temas como la accesibilidad o la distancia que a veces se da entre la gente de la calle y los curas, el celibato, la celebración de la Misa, cómo debe ser un sermón, la confesión, la vocación, la pobreza y el dinero de la iglesia, el consuelo y la cercanía en los momentos de dolor, el misterio de la muerte y el más allá...
Y no pienses, querido lector/a, que La última cima es una película beatorra o pietista, destinada a gente creyente o mística, más bien todo lo contrario, este documental se ha hecho con la intención de mostrar a los que desconocen o tienen prejuicios contra la Iglesia la figura de un sacerdote que, en su cotidianidad, intentaba reflejar la maravilla del Amor de Jesucristo por todos, su entrega incondicionada a todo el que se cruzaba en su camino, sin excluir a nadie por su ideología o sus opiniones.
La última cima es, sin duda, una apuesta cinematográfica valiente en un momento, como el actual, y que no dejará indiferente a nadie, como ya muestran los primeros datos de taquilla tras su estreno en Madrid.
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